No, cambiar no es fácil, pero descubre porqué merece el esfuerzo
CAMBIAR NO ES FÁCIL
No…
No es fácil…
Meter a un lado la mente, los pensamientos, las preocupaciones, los miedos, las dudas…
No es nada fácil…
Ser responsable de tu propia vida…
No es fácil…
No es que de repente todo se vuelve de color rosa, maravilloso y sencillo…
No es que de repente las cosas empiezan a funcionar como por arte de magia…
O no siempre, por lo menos…
O no de forma tan rápida como querríamos…
Pero sí…
Sí que las cosas mejoran…
Sí que la vida se hace más plena…
Sí que de repente todo tiene sentido, aunque no lo entiendas…
Todo tiene un significado, aunque no te guste…
El universo tiene caminos que no siempre somos capaces de reconocer de inmediato, pero una vez que somos conscientes de esto, es más fácil aceptar lo que ocurre, dentro y fuera de nosotros. Es más fácil emprender el camino de la consciencia…
Siempre habrán días o momentos peores que otros, de estrés, de malhumor, de molestias, de cosas que no van como queremos….
O al ritmo que queremos…
¿Qué cambia entonces cuando despertamos a un mayor estado de consciencia?
¿Cuándo abrimos los ojos?
Cambia que podemos ver oportunidades en los desafíos y lecciones en los errores, podemos interpretar lo que pasa de una forma más amplia, intentar entender que es lo que quiere decirnos la vida, que es lo que no funciona, lo que tenemos que aprender, cambiar o mejorar…
Cambia que, aunque nos cueste, podemos aceptar lo que pasa, sin sentirnos víctimas de un destino adverso, sin mirar pasivamente lo que ocurre, porqué aceptar no es resignarse a las circunstancias, sino tomar una pequeña distancia emocional de ellas, llegar a un estado de amorosa neutralidad, y actuar desde allí.
Cambia que en lugar de “reaccionar” frente a la vida, como autómatas, “actuamos” con plena intención, como seres humanos profundamente conectados…
Todo tiene un significado, nada pasa por casualidad, y las cosas que más nos afectan, molestan o preocupan son precisamente las cosas que esconden la lección más grande para nosotros.
La vida realmente es sencilla, aunque aprender la simplicidad es un curso avanzado…
Aceptar de una forma profunda las enseñanzas y los desafíos que nos proporciona es un camino de crecimiento que requiere esfuerzo y trabajo, así como meterse en discusión constantemente para intentar cada día alcanzar la mejor versión de nosotros mismos
Hay que cambiar todo lo que creemos que sea verdadero, justo y correcto. Sistemas de valores y de creencias. Cambiar lo que nos han dicho que “tiene que ser así” por “mi verdad es esta”, aunque sea diferente. Dejar la queja y el victimismo a un lado para empezar a cambiar lo que podemos cambiar, y siempre hay algo que podemos cambiar: nosotros mismo y nuestra visión de la vida.
No… Cambiar no es fácil…
Pero sí, se puede hacer…
Y merece el esfuerzo…
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