RESPONSABILIDAD Y COMIDA MINDFULNESS

Comer con atención plena

A la hora de elegir un estilo de vida consciente la responsabilidad aplicada a la comida mindfulness pueden ayudarnos en dar los pasos necesarios para estar mejor.

¿Qué es la responsabilidad?

En muchas ocasiones relacionamos este término con algo pesado, complicado, obligatorio, que en definitiva no nos gusta y estamos obligadas a hacer.

Pero eso no tiene porqué ser así, y lo que consideramos como una obligación esconde la mayor libertad y poder que tenemos en nuestras manos.

Según la etimología de la palabra, responsabilidad es la cualidad de aquel que es capaz de responder a sus compromisos, y en esa capacidad y posibilidad encontramos la fuerza que está detrás de este concepto.

El compromiso más grande que tenemos es el hacia nosotros mismo: cuidar de nuestra salud, de nuestros pensamientos, de nuestras emociones, en definitiva de todo lo que somos.

Ser responsable de nosotros mismos significa entonces cuidar de lo que pensamos, sentimos, creemos y queremos para nosotros, responder de forma saludable y consciente a las necesidades mentales y físicas de la vida cotidiana.

Todo este tema asume un significado muy importante relacionado a la comida y al comer de forma consciente, o sea comer con Mindfulness.

Comer con Mindfulness

Aplicar la Atención Plena a la comida es el camino que nos permite llegar a tener una relación sana y saludable con ella, ya que nos permite darnos cuenta no solo de lo que comemos, sino de porqué lo hacemos.

La comida está muy relacionada con estados emocionales, recuerdos, estados de ánimos, y la solemos utilizar también para mucho más de lo que es “simplemente” nutrirse: celebrar acontecimientos, mimarnos, sentirnos mejor, desahogar estrés, etc.

Solo si nos damos cuenta de esta cadena de acontecimientos y somos capaces de detenerla, podremos empezar a cambiar realmente nuestro comportamiento, dieta, y figura.

La Atención Plena nos permite intervenir al principio de esta cadena, observando los pensamientos como pensamientos, los antojos como antojos, las emociones como emociones, y nada más: la práctica de la Atención Plena aborda el corazón del problema, capacitándonos para cambiar nuestro comportamiento al mismo tiempo que cuidamos nuestra salud y felicidad.

En este punto entra el tema de la responsabilidad hacia nosotros mismos, y la manera en la que podamos tomarnos esta tarea.

Asumiendo una actitud consciente hacia la comida empezaremos a darnos cuenta que el problema no se encuentra en la comida en sí, sino en nuestra relación con ella. Si llegamos a integrar este pensamiento en nuestra vida diaria y en nuestra modalidad de relacionarnos con lo que comemos y como comemos, podremos ver que los únicos que realmente tienen el poder en las manos somos nosotros mismos, y esto nos hace los únicos responsables de nuestra forma de alimentarnos.

Responsabilidad es poder: poder de decidir autónomamente lo que pongo en mi plato, de no ser manipulada por agentes externos, de definir mi forma y mi figura, de estar bien con lo que soy y lo que muestro, en definitiva, poder de ser mi misma en cualquier momento.

comida mindfulness
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